Un coche limpio no es sólo un coche reluciente del que poder presumir y con el que deslumbrar al personal. El cuidado de la carrocería, la salud de la pintura y la higiene del interior, los asientos, salpicadero y cristalería está íntimamente relacionada con la seguridad vial. El mantenimiento en perfecto estado de tu vehículo, no sólo en los aspectos técnicos, sino también en el aseo y cuidado del resto de elementos es esencial para obtener una buena visibilidad en carretera, alejar las alergias por las suciedad y el polvo en los filtros de aire, y permitir que nuestra concentración se centre en la vía y usuarios a nuestro alrededor.
Por tu seguridad, limpia el coche a fondo
Mantener un coche limpio no es tan sencillo como darle una ‘duchita’ en el túnel de lavado de vez en cuando para cambiarle la cara. La suciedad, el polvo y restos de basura se acumulan más de la cuenta y en poco tiempo si nos descuidamos con estas tareas. Muchos componentes del interior y exterior pueden deteriorarse, rayarse y dañarse con mayor facilidad como consecuencia del polvo, los excrementos, el ácido, las manchas y la grasa, entre otros. La pintura exterior, las llantas, las cubiertas de plástico y otros materiales como el cuero y los tapizados de los asientos envejecen mucho estéticamente un vehículo si no se les presta la atención necesaria. Pero también lo envejecen literalmente, afectando consecuentemente a nuestra seguridad y protección como conductores.
Por ejemplo, ¿qué ocurre con los cristales o lunas? Cabe decir que son elementos que se ven expuestos continuamente a todo tipo de suciedad, tierra, barro, lluvia, grasa y polvo. Además, son a través de los que nosotros focalizamos nuestra conducción, por lo que es indispensable que siempre estén impecables tanto en su exterior como en su interior, donde la grasa de las manos, el humo del tabaco, los ambientadores y la comida también dejan restos. Un cristal limpio impide que se acumule tanto vaho por el calor y ayuda a detectar impurezas o pequeñas grietas que sí pueden ser determinantes en caso de rotura del vidrio.
Los espejos retrovisores son nuestros ojos en la nuca y, además, son obligatorios. Por la noche, un retrovisor sucio resulta totalmente inservible pues reduce mucho la visibilidad que uno bien conservado y limpio. Imaginemos, por ejemplo, cuando llueve y las gotas de agua se acumulan en él, ¿no es absolutamente incómodo y provoca distracciones?
En el caso de la iluminación también debemos detenernos, pues los faros normalmente acumulan barro, grasa e insectos y dificultan nuestra iluminación y el haz de luz que dispara, algo esencial como conductores, tanto para ver como para ser vistos. Si con los años y la falta de higiene, el cristal de los faros se vuelve amarillento y más opaco deberás plantearte el pulido o recambio del mismo, pues puede ser totalmente inservible.
Un coche limpio es un coche seguro. El orden e higiene de nuestro vehículo nos dará mayor comodidad y bienestar durante nuestros trayectos, favoreciendo sin lugar a dudas la seguridad y concentración. De igual modo que lavamos nuestra ropa y prendas, el vehículo, como extensión de nuestro cuerpo requiera una limpieza y mantenimiento cada diez días o de manera regular. Para hacerlo, te dejamos aquí algunos consejos básicos para que no te suponga ningún problema y puedas resolver ciertas dudas.
¿Cómo? ¿Dónde? Y… ¿Con qué?
En el túnel de lavado, con una manguera o con una multitud de productos y artículos de limpieza para hacerlo a mano. Existen diversas maneras de poner el coche a punto y relumbrante pero si no quieres estropearlo más de la cuenta debes tener claros ciertos aspectos que aquí intentamos resolver.
Comenzando por el exterior, los túneles de lavado que puedes encontrar en casi cualquier gasolinera son un recurso más que popular y utilizado de forma ordinaria por casi todos. Los rodillos ofrecen un buen resultado a un precio razonable pero bien es cierto que pueden acabar rayando la pintura de la carrocería, más aún si tu coche es de tono oscuro. Presta atención a accesorios y componentes externos como los alerones o las antenas, pueden estropearse y nadie se hará responsable de ello. De igual manera, los lavados con la pistola de presión, tipo Kärcher, son una opción bastante económica y que te puede solucionar el asunto para salir del paso. Hay algunas que disponen de opción de enjabonado, aclarado y abrillantado o encerado, aunque finalmente, intenta secarlo con una bayeta limpia para que la coloración no sufra.
Si te has decidido por un lavado a mano, debes saber que es quizá la mejor alternativa aunque es la que resulta más activa físicamente. Necesitas disponer de mayor tiempo y energía, pero tu vehículo quedará mejor y sufrirá menos. Además, puedes ponerte manos a la obra con la parte interior. En cualquier establecimiento puedes encontrar productos de encerado, para la limpieza de manchas, tapicerías y los guarnecidos interiores o tratamientos reparadores que viajan a lo largo de una diversidad de precios.
Lavar el coche al sol puede resultar ineludible y obligatorio pero intenta evitar las horas de mayor incidencia pues el calor puede deteriorar el trabajo realizado con todos estos productos. Además, si lavas a mano, el sofoco es mayor. Cuidado también con el uso de la cera, no es mala opción para proteger la carrocería de cuando en cuando, aunque aplícala siempre sobre la superficie limpia y con dedicación, sin excederse y extendiendo bien el material. Otro consejo es el de evitar el uso de agua excesivamente caliente, aunque su uso es beneficioso para quitar ciertos pringues resistentes, en altas dosis también deteriora la cubierta exterior más que el agua templada o fría. Las toallitas de bebé son una solución más que válida para ciertos restos especialmente incrustados.
En la limpieza del habitáculo usa bayetas ecológicas suaves que permiten recoger tanto el polvo, como desinfectar con humedad ciertas zonas plásticas o de vidrio. El papel de periódico o el papel de cocina ayuda a secar cristales y entresijos del salpicadero, bordes internos de las puertas y maletero. Usa una aspiradora para extraer el polvo al máximo de la parte frontal y la consola, pues no conviene que nuestros pulmones tengan que resistirse a respirarlo durante largos viajes. En las estaciones de servicio encontrarás lugares donde limpiar la suciedad de las alfombrillas rascándolas o sacudiéndolas boca abajo.
Cuidado con limpiar tu coche al aire libre
¡Alerta! Puede que ya te estés imaginando como Clint Eastwood limpiando con cariño su Gran Torino, pero lamentamos decirte que debes tener cuidado con el uso que hagas del espacio público. Limpiar tu coche en una zona común como una plaza exterior de aparcamiento, en la acera o en zonas reservadas para el descanso pueden conllevar sanciones municipales de hasta 3.000 euros. La situación de sequía provoca que se mire con peores ojos a quienes usan y usan agua en el lavado manual del coche, por lo que valora también algunos tratamientos de limpieza sin agua (o de forma más eficiente).
Por su parte, la normativa sobre carreteras contempla las siguientes infracciones:
- Leve (hasta 3.786,38 €): Colocar, verter, arrojar o abandonar dentro de la zona de dominio público, objetos o materiales de cualquier naturaleza
- Grave (hasta 9.796,50 €): Colocar o verter objetos o materiales de cualquier naturaleza que afecten a la plataforma de la carretera
El agua que usas para limpiar, juntos con los productos químicos líquidos acaban en el alcantarillado o en el río, por lo que, las zonas habilitadas para la limpieza de vehículos son la mejor opción, para respetar el medio ambiente y no ensuciar el entorno mientras limpias tu automóvil. Las plantas de lavado reciclan el agua o te permiten hacerlo sobre césped o grava que absorbe los restos, algo sin duda más ecológico y que permite no ensuciar limpiando, algo imprescindible.