Las sillitas infantiles son un elemento imprescindible en los desplazamientos con bebés y niños. Son muchas las recomendaciones que tenemos que tener en cuenta para utilizar los sistemas de retención infantil de una forma adecuada. En ese sentido, hay que destacar el trabajo de la Fundación MAPFRE en la materia, ofreciendo una guía fundamental en todos los aspectos que rodean a estos sistemas.

Así, encontramos consejos dirigidos a cada grupo de edad, algo que también influye en el tipo de sillita que se ha de utilizar o en la configuración de la misma. Uno de los aspectos que puede no quedar tan claro en un primer momento es el tiempo recomendable que los bebés recién nacidos pueden viajar en la sillita. Múltiples estudios indican que ese tiempo ha de controlarse y limitarse.

Todo parte de la postura

Según la Fundación MAPFRE «en el caso de los portabebés en los que el niño o la niña mira hacia atrás, la inclinación del asiento es muy importante: el bebé no debe viajar demasiado erguido (la cabeza podría caer hacia el esternón) ni demasiado tumbado (el portabebé no le protegería de modo óptimo). Una posición intermedia entre la horizontal y la vertical es lo aconsejable, aunque siempre resulta imprescindible consultar el manual de instrucciones de la sillita».

En la actualidad, existe una enorme variedad de sillitas en el mercado que permiten diferentes soluciones posturales para el bebé para acercanos a lo que indica la recomendación. Lo que se trata con ello es de encontrar la postura más adecuada para el bebé, teniendo en cuenta que los bebés en las primeras semanas no poseen la suficiente fuerza en su musculatura como para mantener una posición sentada.

La cabeza de los bebés, mucho más pesada que el resto del cuerpo, fuerza al mismo a una colocación en la que pueden sobrevenir problemas para respirar. Si el cuerpo del bebé se flexiona o dobla al colocarlo en el sistema de retención infantil es síntoma de que la posición del sistema no es la correcta.

¿Por qué debemos limitar el tiempo?

Así pues, el tiempo que debería viajar un bebé va en relación con la postura que proporcione el sistema de retención infantil elegido. Como esta es diferente para cada sistema, hemos de vigilar la postura del bebé. A la comodidad del mismo y el uso correcto del sistema también ayudarán arneses y cojines reductores.

En cualquier caso, la gran mayoría de estudios aconsejan no superar un tiempo medio de utilización que va desde una media hora hasta una hora y media o dos como máximo, incluso si el bebé se encuentra posicionado en la postura correcta. Es una recomendación a la que se suman también la mayoría de fabricantes de sillitas. El primer informe relevante en esta materia data de 2001 y fue revelado por Pediatrics, publicación dependiente de la Academia de Pediatría de Estados Unidos.

En el mismo se observaba como la saturación de oxígeno de los bebés sentados en una sillita homologada descendía del del 97% al 94% de promedio en una hora. La muestra consistía en 50 bebés recién nacidos y 50 prematuros de 36 semanas. En cuatro de los primeros, se observó que los niveles descendieron por debajo del 90% durante 20 minutos y, en los prematuros, un 12% sufrieron apneas o bradicardias.

Numerosos estudios posteriores se han encargado de confirmar lo que ya apuntaba este. La respiración de los bebés se ve alterada durante el tiempo que pasa en la sillita infantil. Ante esta situación, es inevitable preguntarnos si es adecuado que los bebés duerman en la sillita.

¿Es aconsejable que los bebés duerman en las sillitas infantiles?

Y es que los llamados maxi-cosi, que son en realidad un sistema de retención infantil específico, sirven a la vez para utilizarlos fuera del vehículo. La Fundación MAPFRE ofrece una indicación clara a este respecto y aconseja no superar el tiempo de uso recomendado de unos sistemas pensados específicamente para garantizar la seguridad del bebé en sus desplazamientos en coche (y no tanto para el sueño del bebé).

En ese sentido, ofrecen una serie de consejos para evitar la asfixia postural:

• Si tenemos que elegir entre capazo o sillita, la mejor opción para ir en el coche de manera segura es el SRI del Grupo 0 o 0+ (R44/4) o un SRI ‘i-Size’ (R129) específico para bebés.
• En viajes largos, es aconsejable parar con frecuencia para que el bebé pueda tumbarse y cambiar de postura.
• Es muy importante que el bebé vaya correctamente sujeto en la sillita de coche. Hay que regular bien los cinturones. El arnés de sujeción debe adaptarse sin problemas al cuerpo del recién nacido sujetando los hombros para que estén pegados a la silla. De esta forma, evitaremos que tienda a ir hacia adelante. Igualmente, la cabeza debe estar alineada con el cuerpo. No puede caer hacia adelante.
• No se recomienda alimentar al bebé mientras está en la sillita, ya que su posición no es la idónea y mucho menos si el coche está en movimiento.
• Asegúrate de que la sillita está bien anclada, ya sea mediante el sistema ISOFIX o mediante los anclajes del cinturón de seguridad. Sigue las indicaciones del fabricante para hacerlo correctamente. Utiliza las guías y los códigos de color para seguir las instrucciones.

Evitar el uso prolongado en recién nacidos

Estas guías vienen a complementar otros consejos como las recomendaciones de situar a contramarcha las sillitas, de posicionarlas en el mejor punto del vehículo o el resto de normas imprescindibles para la seguridad de los más pequeños en el vehículo.

Al mismo tiempo, hemos de tener en cuenta la edad del bebé o del niño. En función de esta, sus necesidades en el vehículo variarán, al igual que el tipo de sistema de retención. Y si de lo que hablamos es del transporte del recién nacido, existen unas recomendaciones concretas. Entre estas, como decimos, está la de evitar que pasen un tiempo prolongado en las sillitas infantiles.

Fuente: Fundación Mapfre

Fotos: Pixabay